Estamos listos para todoLópez Obrador lanza alerta sobre una “inminente” crisis económica
En carta a la opinión pública, advierte sobre la posibilidad de una devaluación del peso
ROBERTO GONZáLEZ AMADOR
La economía nacional se encamina a un estancamiento de graves consecuencias para la mayoría de los mexicanos, advirtió ayer el “presidente legítimo” Andrés Manuel López Obrador. En una carta dirigida a la “opinión pública”, afirmó que la fragilidad económica de Estados Unidos, acentuada por la inestabilidad reciente de los mercados financieros, prefigura una situación de crisis ante la cual la administración “espuria” de Felipe Calderón, “en forma totalmente irresponsable, no ha tomado las medidas” para hacerle frente.
López Obrador cuestionó que la administración federal no haya emprendido acciones para fortalecer al aparato productivo, como ofrecer a la planta industrial energía a un precio más competitivo.
Afirmó que lejos de emplear al sector energético como palanca de desarrollo, el “gobierno espurio” ha proseguido con la política de debilitar a las compañías estatales. En el primer semestre de este año, comentó, México importó 40 por ciento de la gasolina que consumió. Sólo en junio, agregó, el país compró en el extranjero mil 500 millones de dólares del carburante, “casi la mitad de lo que cuesta construir una refinería”.
En la carta, López Obrador hace un recuento de indicadores económicos recientes que dan cuenta de que la posición financiera de México frente al exterior se está debilitando, en un entorno de menor crecimiento, caída en la generación de empleo y reducción en el ingreso de divisas por exportación de petróleo crudo y remesas familiares. Estos factores, junto con un debilitamiento de la economía de Estados Unidos, país que adquiere 90 por ciento de las exportaciones mexicanas, hacen “inminente” una crisis, e incluso abren la puerta a una devaluación de la moneda, afirmó.
“El gobierno legítimo no puede más que alertar a los ciudadanos”, a quienes recomendó: prudencia en el uso de tarjetas de crédito; contratación de préstamos a tasa fija; cuidar con esmero el empleo, y moderación y austeridad en el gasto familiar.
También se dirigió en la carta “al movimiento democrático nacional”, al que pide sumar esfuerzos para defender la propiedad sobre el petróleo, rechazar el aumento de los impuestos vigentes o la creación de nuevos gravámenes, como los que se pretende aplicar a la gasolina y el diesel; combatir los monopolios y acometer la defensa de la actividad productiva, del campo y del empleo.
“Por el bien de la nación, desearía que estos pronósticos no se cumplieran, pero considero que es mi responsabilidad dar a conocer estas preocupaciones, producto de un análisis serio y responsable”, manifestó. “Además, la crítica también es una forma de gobierno”, aseguró en su carta el “presidente legítimo”.
Doble pinza
López Obrador consideró que la profundización de la política económica vigente ha hecho más vulnerable al país. “Debido a ello, al reventar la crisis hipotecaria en Estados Unidos y contagiar los mercados internacionales de crédito, nuestra economía se encamina a un estancamiento de graves consecuencias para la mayoría de los mexicanos”.
Aseguró en la misiva que el país se encuentra atrapado por una “doble pinza” que disminuye su actividad económica y a la vez presiona la balanza de pagos, la cuenta que registra todos los ingresos y salidas de capital por comercio con el exterior, operaciones financieras, turismo y remesas.
Aunque los problemas se encuentran vinculados con el exterior, afirmó, las políticas seguidas por el “gobierno usurpador” ahondan la crisis. Es una contradicción, aseguró, que si 90 por ciento de las exportaciones tienen como destino Estados Unidos las políticas públicas actúan en contra de la competitividad.
“Debe quedar claro que advertimos sobre la necesidad de reducir los precios de la energía para hacernos competitivos”, mencionó López Obrador en alusión a una de sus propuestas durante la campaña electoral de 2006. Sin embargo, el “gobierno impuesto”, apuntó, ha seguido cobrando las tarifas eléctricas más caras del continente.
Lejos de fortalecer al sector energético se ha continuado, señaló, con la política establecida desde el gobierno del ex presidente Carlos Salinas: falta de inversión en exploración, desarticulación de las cadenas productivas, exportación de crudo e importación de gasolina y abandono de la petroquímica.
Aludió al hecho de que en los 25 años recientes no ha sido construida una refinería en el país y, después de insistir en que actualmente en sólo un mes las importaciones de gasolina equivalen a la mitad del costo de una refinería, aseguró que “en 2010 el valor de las importaciones de gasolina va a superar al de las exportaciones de crudo”.
En la parte externa, manifestó que la cuenta corriente de la balanza de pagos –cuyo déficit creciente detonó las crisis económicas de los pasados 25 años– se deteriora por la disminución de las remesas de los trabajadores y de los ingresos petroleros.
“La balanza de pagos está prendida con alfileres. En los años recientes sólo el alto precio del petróleo y las remesas evitaron una crisis devaluatoria. La recesión estadunidense va a quitar los alfileres”, aseguró.