martes, 15 de diciembre de 2009

Ladillas - Canonizando al Chupacabras

Ladillas

Canonizando al Chupacabras

Por el Lic. Mefistófeles Satanás

Ricardo Valenzuela era, hasta la expropiación de la banca por JLP, presidente del Banco Ganadero y presidente del Banco del Pacifico en Guadalajara. Después del 82 el señor Valenzuela decidió emigrar a EEUU. Por supuesto, una persona con esa trayectoria no fue a lavar platos pues gozaba de soltura económica. En otras palabras, se fue hinchado de dinero. Y por lógica, el Sr. Valenzuela ha de saber que tanto le ayudo a formar esa fortuna el pacto que hicieron los empresarios con LEA para que no les cobraran impuestos, hecho que ha denunciado AMLO.

A finales de la década de los ochentas el señor Valenzuela circulo una carta donde describía –con elogios—los cambios económicos que el Chupacabras estaba efectuando en México, específicamente el malbaratar las paraestatales entre los cuatachos y prestanombres. La carta –y esto atestigua que el señor Valenzuela NO andaba lavando platos—circulo entre la elite norteamericana: George Bush, Bill Clinton, Milton Friedman, y Peter Kann (este ultimo era el presidente del Dow Jones).

La respuesta de estos individuos fue entusiasta. Kann incluso expreso: “Yo también soy un gran admirador de Carlos Salinas de Gortari y de sus reformas históricas que, sin duda, en el mediano y largo plazo le derivarán grandes beneficios a México.” Unos años después, el Chupacabras y Clinton firmarían el TLC.

Para entender el entusiasmo de los magnates de Wall Street por el Chupacabras debemos recordar que, bajo la administración de Wilson, el secretario de estado, Peter Lansing, había aconsejado que “para conquistar a México no se necesita sino controlar a un solo hombre, al presidente, y asegurarse que este sea un individuo entrenado en universidades norteamericanas y con puntos de vista pro-yanquis.” El Chupacabras estaba haciendo realidad la profecía de Lansing.

Bien, hoy en día el señor Valenzuela ha escrito (ver http://www.centrodeinteligenciapolitica.com/2009/12/san-carlos-salinas-de-gortari.html), con cierto aire de preocupación, que “Creo importante en estos momentos, ante el nuevo linchamiento de Salinas quien cada día emerge como el hombre fuerte del PRI, el hacer una clara distinción de la integridad y moralidad del ex presidente y sus históricas reformas.” Esto presenta varios dilemas.

Por principio, ¿Quién está linchando al Chupacabras una vez mas? Ciertamente ese linchamiento NO viene de parte de la prensa chayoteada. A lo más, han revelado que el ratón Miguelito acusó al Chupacabras de tener ligas con los narcos y de haberse robado al mitad de la partida secreta. Esas afirmaciones fueron luego retraídas, según se ha escrito en los medios, por el mismo ratón Miguelito después de que la muñeca Gamboa y Pancho Rojas le fueron a hacer manita de puerco para que admitiera que tenia lagunas mentales. Tan evidente fue que le caló al Chupacabras las afirmaciones de que era narco y ratero que hasta le escribió una carta ridícula a doña Carmen Aristegui explicando la enfermedad de ratón Miguelito. El de Agualeguas aparentemente no solo era economista sino también especialista en neurología.

Nosotros, la prensa alternativa, definitivamente hemos estado sacando los trapitos al sol de ese hijoeputa. Sabemos bien, y no cejaremos de proclamarlo, que la Barbie de Atracomucho, Uña Nieto es su efebo favorito y que el Chupacabras se lo quiere endilgar a los mexicanos igual como Caligula hizo senador a su caballo, Incitatus. También su servidor ha insistido que el Chupacabras es el que verdaderamente gobierna pues, como lo ha dicho don Laurencio Ceviche, “el etilente FECAL ya no gobierna”. Y si es así también hemos apuntado que el Chupacabras es un grandísimo pendejo y que pasara a la historia por haber destruido la economía mexicana dos veces, con el error de diciembre y con el catarrito.

O sea, carajos si al Sr. Valenzuela le preocupa “el nuevo linchamiento de Salinas” pues debemos de congratularnos porque entonces este viene mayoritariamente de los medios alternativos y es evidente de que ya le esta calando nuestra labor al Chupacabras. Esta revelación nos da mas ánimos para continuar. Debemos seguir propagando el hecho de que la Barbie de Atracomucho no es sino el “nuevo pelele de la mafia y de Salinas”, como lo ha afirmado AMLO Y hay que machacar el hecho de que el Chupacabras es el que actualmente gobierna y todas las pendejadas que hace el gobierno, como, por ejemplo, aumentar impuestos, son culpa del de Agualeguas.

Luego el señor Valenzuela quiere hacer una clara distinción “de la integridad y moralidad del ex presidente y sus históricas reformas.” Ante esto no puedo sino reírme. Yo interpreto que el Sr. Valenzuela está diciendo: “si, el Chupacabras fue un grandísimo pendejo que arruino a Mexico, un asesino, un usurpador, pero no por eso debemos de ignorar lo bueno que hizo.”

Bien, esa misma lógica nos llevaría a afirmar: “si, Antonio López de Santa Anna fue un general torpe y pendejo que dilapido la sangre de miles de soldados mexicanos, desplumó a la tesorería para pagar su vicio de tahur en los palenques, era un dictador, impuso impuestos ridículos, era un traidor a la patria, pero no lo juzguemos mal pues gracias a él tenemos el himno nacional y nuestros mojados no tienen que cruzar la frontera hasta Arkansas sino en Tejas, es decir, les queda mas cerquita y mas conveniente.”

¿Por qué esa incomodidad hasta de risa del Sr. Valenzuela? Yo por mi parte, nunca trataría de distinguir “la integridad y moralidad” de Lázaro Cárdenas del Río y su máxima obra, la expropiación petrolera. (El único defecto que le reconozco a mi general Cárdenas es haber engendrado a un traidor a la patria, pero igual hizo el generalísimo Morelos.) Tampoco diferenciaría “la integridad y moralidad” del Cura Hidalgo, un notorio “ladies man” o chiledulce, del hecho de que fue lo suficientemente cabrón para alzarse contra España. Y no, Sr. Valenzuela, no distingo el hecho de que Pancho Villa era un cabrón, desalmado, abigeo, del hecho de que le partió la jeta al pelón, borrachin, de lentes, mocho, del bajío, pelele de los gringos, que se vestía de militar y que entonces usurpaba la presidencia (conste: hablo de Victoriano Huerta).

En suma, Sr. Valenzuela, yo NO me avergüenzo de los fulanos que defiendo y admiro. Admito que tenían defectos y que eran cabrones y que tal vez les olían las patas. Pero no tengo, como usted, la necesidad de andar separando al hombre de su obra como usted insiste en hacer con el Chupacabras. No puedo sino concluir que el Sr. Valenzuela está defendiendo lo indefendible, que él mismo lo sabe, y que en su fuero interno sabe que el Chupacabras es un asesino, un usurpador, un ladrón, y, peor, un grandísimo pendejo que ha destruido a la economía mexicana por segunda ocasión.

El Señor Valenzuela justifica la venta de las paraestatales a los cuatachos del Chupacabras afirmando: “…yo prefiero los activos nacionales en manos de las empresas privadas para que compitan, y si no pueden, que desaparezcan para que los eficientes tomen su lugar, y no en manos de los políticos corruptos que utilizan el erario nacional para seguir sembrando ineptitud y corrupción…”

Creo que hay un problema de entendimiento, Sr. Valenzuela y usted mismo se pone de a pechito. Usted escribió: “activos nacionales”. Es decir, estamos hablando del patrimonio nacional, lo que le pertenece a todos los mexicanos. Y, en efecto, Sr. Valenzuela, esos activos nacionales NO deben de estar “en manos de políticos corruptos” que los van a malbaratar a sus cuatachos. El que se haya transferido un “activo nacional” de un hijoeputa del gobierno a un hijoeputa de la iniciativa privada NO borra el hecho de que el pueblo de México, el dueño, ha perdido ese bien y a cambio le han dado espejitos. Y si vamos a linchar aquí al Chupacabras debemos de recordar que San Judas Cuauhtemoc ha afirmado que este le vendió TELMEX a Eslim por una fracción de su valor real. O sea, el Chupacabras le robo TELMEX al pueblo de México para beneficiar a su prestanombre preferido.

El Sr. Valenzuela también afirma: “Mientras Pemex, por ejemplo, siga en manos del Estado, jamás va a ser eficiente. Mientras no se ponga Pemex a competir, jamás solucionará sus graves problemas.” Lo afirmo aquí, en público, de frente, Sr. Valenzuela, que usted sabrá mucho de la industria bancaria, de hacer comilonas con el presidente de la Dow Jones, tal vez, siendo ganadero, de arriar ganado y engordarlo, labor noble y honrada. Pero no, Sr. Valenzuela, usted NO sabe ni puta madre de PEMEX y no creo que en su vida haya visto una gota de petróleo o haya visto al diablo cuando se viene un pozo o hay un incendio en una refinería.

Y afirmo abiertamente, Sr. Valenzuela, que su opinión sobre PEMEX es el mismo discurso entreguista y pendejo de los traidores a la patria que quieren que los “activos nacionales” queden en manos de los cuatachos y prestanombres. Los logros de los MEXICANOS estando al frente de PEMEX, sin necesidad de gachupines o de gringos o de iniciativos privados o de pidiregas o una chingada desmienten lo que usted afirma, Sr. Valenzuela. Y estos logros ya los documente y los pueden leer en “Los Acomplejados vs. el Testimonio Historico” (ver http://jessyca-eden.blogspot.com/2008/10/los-acomplejados-vs-la-memoria.html).

Una parte interesante del escrito del Sr. Valenzuela es el que cito: “Siguen mis detractores gritando que la devaluación de Diciembre de 1994 fue culpa de Salinas; y yo les digo que no. Fue un saboteo y el grave error de la novatez de Zedillo y su grupo, pero en gran parte fue promovida por el FMI y la Tesorería de los EU ya controlada por Clinton. Había inclusive una línea de crédito que Bentsen, el Secretario del Tesoro recién salido, le había autorizado a nuestro país y el nuevo Secretario Sommers no permitió que se usara.” Bien, Sr. Valenzuela, por fin, ¿no había antes afirmado usted que el mismo Clinton estaba entusiasmado por las reformas que había hecho el Chupacabras? ¿Se le volteo Clinton? Y si Zedillo resultó ansina de pendejo, dígame, Sr. Valenzuela, ¿quien chingaos nos endilgo ese imbecil si no fue el mismo Chupacabras? Y, por sus mismas palabras, no puedo sino concluir que el grandísimo pendejo del Chupacabras dejo la economía colgada por alfileres y tan solo el negarle una puta línea de credito ¡fue suficiente para que a México se lo llevara la chingada!

El escrito del Sr. Valenzuela luego da lugar a cierto humor involuntario, especialmente cuando afirma: “Yo seguiré insistiendo, desde que Salinas implementó sus reformas, México es un país diferente, es un país más libre, un país en el que la semilla de la economía de mercado asoma a la ventana, es ahora un gran país exportador, es un país menos estatista y menos ‘revolucionario.’ ¿Cuales fueron las motivaciones de Salinas?, lo ignoro, lo que si conozco son los resultados.”

En efecto, Sr. Valenzuela, México es un país diferente a raíz de las reformas neoliberales impulsadas por el Chupacabras. Tan solo en el año pasado se produjeron varios millones mas de pobres y los impuestos que ha decretado el Chupacabras acabaran de joder lo que queda de la clase media mexicana. Antes del Chupacabras casi no habían mojados; hoy hay millones de mexicanos que han salido huyendo porque no hay trabajo en México. Los niños mexicanos salen cada día mas brutos porque los educa la maestra Gordillo, la que impuso el Chupacabras. Líderes charros como Ramera Deschancros se siguen inflando en PEMEX a raíz de que los impusiera el Chupacabras. Bajo el Chupacabras se inicio la moda de tener a un cartel “protegido” del gobierno y es por eso que hoy tenemos al Chapo en la lista de Forbes. Yo no se de donde sacó el Sr. Valenzuela lo de “gran país exportador” si ya a la industria nacional se la llevó la chingada pues los dueños del dinero prefieren importar porquerías chinas a manufacturarlas en México. Y el que sea “menos estatista”, en la practica, significa que ahora la iniciativa privada rostiza chamacos con absoluta impunidad.

Puedo concluir dos cosas, Sr. Valenzuela. Primero, conocemos muy bien los resultados de las reformas del Chupacabras. Es mas, enumerarlas y darlas a conocer es la principal arma que tenemos para seguir chingando al Chupacabras y evitar que imponga a su efebo favorito en la presidencia. Y no puedo creer que sea usted tan ingenuo de ignorar las motivaciones del Chupacabras. Son más que evidentes: seguir mandando y seguir desplumando a México y a los mexicanos.

Segundo, Sr. Valenzuela, aunque lo apendejen con panbol y televisión y le pongan veladoras y moñitos blancos, el pueblo de México sigue siendo el mismo barro con que la Tonantzin parió a los pintos de Guerrero, los chinacos de Zaragoza, y los dorados de Villa. Para su servidor es un gran honor recordarle a los mexicanos la sangre valiente que les corre por las venas. Si usted afirma que hoy son “menos revolucionarios” usted evidencia el miedo que le tiene la cúpula del dinero al pueblo de México. Y es que usted esta deseando fervientemente y haciendo changuitos que no sean los mexicanos de hoy tan cabrones como sus ancestros.

Lo que va a pasar ni usted ni yo lo sabemos hoy (diciembre del 2009), Sr. Valenzuela. Pero hace usted bien en preocuparse. No sea que un buen día los mexicanos, conocedores de “los resultados de las reformas” del Chupacabras, decidan portarse NO menos sino MAS revolucionarios y lleven al de Agualeguas y a su sequito de traidores al Cerro de las Campanas. Fue ahí donde Juárez hizo caso omiso de la opinión de los reyes de Europa y decidió fusilar al principito habsburgo sifilítico y a los traidores que lo apoyaban. Si el Chupacabras y su sequito de traidores son llevados a ese cerro un buen día, entonces le puedo asegurar, Sr. Valenzuela, que la opinión de Bush, Clinton, o del presidente de la Dow Jones valdrá pura y celestial chingada.