. Entrevista a Lourdes Parga, directora del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Hidalgo.

Ferrocarriles Nacionales de México vendió la instalaciones de uno de los principales centro culturales del estado de Hidalgo, conocido como el Centro Cultural del Ferrocarril, a manos privadas,. Los nuevos dueños, planean la construcción de un centro comercial en el recinto, aunque no se tiene certeza de qué en realidad se planea en el lugar, de la otrora estación ferroviaria de Pachuca. En tanto, el Gobierno del Estado anunció que iniciará un proceso jurídico sobre lo que parece ser una flagrante violación a la Ley de Bienes Nacionales por parte de Ferronales, informó en entrevista Lourdes Parga Mateos, directora del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Hidalgo

Por Luis Alberto Rodríguez / Desde Abajo

Pachuca.- La venta del Centro Cultural del Ferrocarril a manos privadas, es ya una operación concretada por la otrora paraestatal Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales), para lo que podría ser un centro comercial de altos vuelos, según lo dicen algunos rumores. Lo que sí es cierto es que la transacción está a punto de dejar a la capital de Hidalgo sin uno de sus más importantes lugares de difusión artística.

Sin embargo, para Lourdes Parga Mateos, directora Consejo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Hidalgo), el negocio aún no es una sentencia. Junto con la Dirección Jurídica del Gobierno estatal y el Centro Nacional de Preservación del Patrimonio Ferroviario, ha arrancado el análisis jurídico para la defensa del CC Ferrocarril, el cual tiene como eje central la Ley de Monumentos Históricos, que establece que los espacios con un valor histórico y cultural en manos de particulares deben de donarse a los estados, municipios u organizaciones sociales sin fines de lucro. Es el caso de la estación, la cual permanecía en comodato otorgado al Ejecutivo hidalguense por parte de Ferronales.

Pero el término de tal acuerdo le fue notificado al Gobierno estatal –no así al Cecultah, quien lo administraba-, apenas en este año, cuando ya la venta había sido concretada, al parecer, a un consorcio inmobiliario con sede en la Ciudad de México, informa Parga, quien precisa que no se tiene absoluta certeza de los actuales dueños del CC Ferrocarril.

En entrevista, la directora del Cecultah confirma la venta, la cual califica de “irresponsable” e “irregular”: “Se vendió este año. Nosotros tuvimos conocimiento relativamente hace un par de meses. Ferronales no nos lo ha comunicado específicamente; creo que esa es otra irresponsabilidad de Ferronales que debió haber comunicado. Hubo un comunicado al Gobierno en el sentido de que daba por terminado el comodato, pero esa es una situación diferente”.

Los motivos de Ferronales

A principios de año, el CC Ferrocarril mostraba a las afueras de su fachada, cerca de una ventana, como pretendiendo ocultar un escándalo, un letrero diciendo “Se vende”. Los curiosos y asiduos al lugar, supusieron que dicho anuncio correspondería a algún elemento fuera de la estación, sin pensar que en realidad se trataba de la sede histórica de la Feria del Libro Infantil y Juvenil.

Según lo explica Parga Mateos, la venta del CC Ferrocarril se remonta a la creación de fideicomiso que Ferronales impulsó para la desincorporación de esta empresa en el año 2001, cinco años después de que en 1995, el ex presidente Ernesto Zedillo enviara al Congreso de la Unión una reforma al artículo 28 constitucional para su privatización, dividiéndose en cinco tramos para concesionarla a igual número de compañías, encabezadas por Grupo Ferroviario Mexicano, con capital de la estadunidense Union Pacific Railroad, a cuyo consejo de administración pertenece desde el año pasado el ex presidente Ernesto Zedillo, quien fue precisamente el que abrió la puerta al capital extranjero en el sector (La Jornada, 20 julio 2003). Como la empresa estaba en bancarrota, Ferronales optó por vender sus activos, entre los que se encuentra el CC Ferrocarril.

Pero allí hay una salvedad –señala Parga Mateos-, que en los espacios con un valor histórico y cultural debía preavisarse la donación a los estados, municipios o organizaciones sociales sin fines de lucro. Lo que hizo Ferronales es seguir ese procedimiento de venta para vender activos, recaudar fondos, para enfrentar el proceso de desincorporación. Nosotros no estamos de acuerdo con la venta de sitios históricos. Ellos aplicaron tabla rasa y han vendido una serie de elementos e inmuebles que son muy valiosos en todo el país”.

Y aunque no se sabe a bien qué áreas de la estación han sido vendidas, la directora del Cecultah, aclara que la defensa del patrimonio sólo corresponde a lo que el Gobierno del tiene en comodato, que es lo que ocupa el Centro Cultural del Ferrocarril.

“Tengo entendido que se vendieron los terrenos contiguos también; no lo se con precisión, no tengo puntualmente el perímetro, pero lo que nosotros defendemos es, ahorita, específicamente el Pachuca, es la estación del Ferrocarril que es el espacio que nosotros tenemos en comodato. Sabemos que es una inmobiliaria de la Ciudad de México, lo que yo no tengo precisión es exactamente del proyecto que realizarán, eso ya es en segundo término. A nosotros lo que nos interesa es un proceso de venta irregular de Ferronales; que tiene elementos de irregularidad por todos estos factores que estamos mencionando”.

La venta es reversible: Cecultah

El objetivo del Gobierno estatal es conservar la parte el patrimonio, afirma Lourdes Parga: “Es muy importante ese inmueble y su contexto. Vamos a seguir revisando el procedimiento. Por supuesto estamos dialogando, tenemos que ver el camino para la recuperación de este espacio; bueno, no lo hemos perdido, tenemos la posesión, lo seguimos usando y vamos a seguir teniendo este espacio”, sentencia.

A decir de la funcionaria, el inmueble está protegido por la Ley de Monumentos Históricos, lo cual no fue considerado por los empresarios que compraron el espacio a Ferronales. Y aunque aclara que el pleito legal no será contra los compradores sino con quienes vendieron, buscarán por todas las vías que el CC Ferrocarril sea donado, como corresponde según la norma que lo protege.

“Ellos decidieron muy fácilmente, desde un escritorio, vender un patrimonio que pertenece a los hidalguenses. Lamentablemente, bueno, estuvo de por medio una inmobiliaria que consideró adecuado comprar este inmueble que, seguramente, vio una perspectiva de negocio y de desarrollo comercial y empresarial. Nosotros no estamos en contra de los desarrollos empresariales, pero no creemos que en este caso sea conveniente porque afectaría a un patrimonio nuestro. Queremos conservar el espacio, con las características que tiene actualmente, enriqueciéndolo con una serie de actividades y fortaleciendo su conservación y demás, y no queremos que pierda esa vocación”.

En tanto, para la funcionaria lo que viene a continuación es la sucesión de un proceso legal y esperar los resultados, esperando que, si la situación lo amerita, se llegue inclusive a la negociación con quienes hoy por hoy son los dueños del CC Ferrocarril: “No podemos aceptar como un hecho que se vendió y ya no pasó nada”, subraya Lourdes Parga.