domingo, 8 de febrero de 2009

Nuestra situación económica

Sería difícil hablar de cualquier tipo de problemática social, si al hacerlo, no se menciona por lo menos una vez la situación económica o sus derivados. Por que es cierto que aún en un sistema de gobierno no capitalista todo nuestro entorno gira alrededor del dinero, lo queramos o no.
Y hablando del dinero… sería apropiado hablar sobre el ya tan mencionado caso de la disminución en el número de remesas que llegan a nuestro país en los últimos meses, esto, a consecuencia de la crisis económica mundial que ha ocasionado estragos a más de alguno.
En el caso de México, varios migrantes que radicaban en Estados Unidos han tenido que retornar a nuestro país, de manera voluntaria y por necesidad al ver que la razón por la cual migraron al país vecino se desvanece poco a poco y con ella las oportunidades de mejorar su situación económica y la de sus familias.
Aunado a la problemática de regresar y saber que será difícil encontrar buenas oportunidades de empleo, se encuentran otras situaciones como el transporte de mobiliario y vehículos.
Pero no todo está perdido, hay cosas positivas que se pueden rescatar de todo esto; por ejemplo, el reencuentro con sus familias y aunque suene muy trillado, con su gente y su cultura.
Pero, ¿cuál será el futuro que le deparará a nuestros migrantes mexicanos, o a quienes planeaban serlo? Pues, sería muy aventurado decir que las fuentes de trabajo en México serán menores por que aumentará el número de desempleados, además la crisis económica provocará el aumento en el costo de bienes y servicios y con ello las dificultades para cubrir las necesidades básicas.
Pero volviendo a su relación con la situación económica, ahora bien, ¿qué queda por hacer?: resignarse, no creo, sería una salida muy fácil; quejarse y sollozar, tampoco, sería una pérdida de tiempo, quizá lo que necesitamos es dejar de ser dependientes y poner manos a la obra. Es cierto que las oportunidades son pocas y la necesidad es mucha pero el esperar ayuda del gobierno para subsistir o ganar el premio en la lotería, no parecen ser opciones viables, seguras o rápidas.
Lo cierto es que bien dice el refrán: “mal de muchos, alivio de tontos”, por lo que mediocremente lo único que nos puede reconfortar es que en estos momentos no somos los únicos que estamos enfrentando una crisis económica, lo malo, es que quizá superando esta mala racha mundial, continuemos igual, pero ¿qué pasa si el tiempo de recesión dura más de lo imaginado? O si terminamos peor que como empezamos. Sólo resta una pregunta: ¿cuáles serán nuestras opciones entonces? No lo sé, lo que es seguro es que no serán algo que nos llegue de la nada, tendremos que buscarlas o crearlas, que más da, algunos dicen que peor no podríamos estar…