domingo, 4 de octubre de 2009

Ladillas - El Registro de las Mazacuatas

Ladillas

El Registro de las Mazacuatas

Por el lic. Mefistófeles Satanás

Homilía Dominical del Pr. Pomponio de Loyola S.J. a la Feligresía de la Parroquia de San Adolfo Hitler, Xalisco

Hijos Míos:

Me entere con gusto que el estado mexicano, encabezado por el beato santo niño de Morelia, Jelipe del Infartado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, ha decidido penalizar la eyaculación irresponsable. Es decir, la mano firme del gobierno tomara los miembros de los mexicanos y los regulara. Como ven ustedes, hijos míos, el portar un chocho es, de acuerdo al estado mexicano, tan peligroso como portar una fusca o cuerno de chivo. Por lo tanto sugiero que los mexicanos deberán de registrar sus chochos en las legislaturas estatales y federales.

Por ejemplo, en el distrito federal, sería correcto que los hombres adultos se formen ante San Lázaro para que los honorables legisladores les tomen las características (grosor, largo, verrugas, si apunta a la derecha o izquierda, enfermedades, barros en el escroto, tatuajes, etc.) de sus mazacuatas. Es más, sugiero que les den a escoger a los ciudadanos quien quiere que les manipule su arma y la registre. Seguro que habrá algunos que querrán que Lupito Nalgosta Caranjo o Cesar Navajas les tome la medida de la mazacuata. Otros preferirán a la Pelona Cuevas o a Betty la Gorda o cualquiera de las Juanitas (a menos que sus suplentes ya hayan tomado el hueso) o la mano santa de Chepina Mascas Mota. Y parte del examen o registro consistirá en pelar el arma para cerciorarse que no tenga aditamentos prohibidos, accionarla para ver si todavía dispara, etc.

Igual sucederá en todas las legislaturas estatales. Pero seamos realistas. ¿Cuántos hombres van a querer hacer el viaje a la capital del estado para que los honorables legisladores le tomen las características de su mazacuata, se las pelen, y verifiquen que todavía funcionan? Como se trata de armas, lo correcto será que en provincia los hombres puedan registrar su matona en la zona militar. Ahí será designado, estoy seguro, algún sargento que manipulara el arma, la pelara, se asegurara que dispare, tomara las dimensiones del arma, características, etc., etc.

Los datos de las mazacuatas se podrán registrar en la llamada Plataforma México que ya enlaza a todas las policías de la república (y también a los carteles). En tal caso, sería posible que los soldados en un reten manipular las mazacuatas de los viajeros para verificar que tienen las mismas características registradas en la base de datos de la Plataforma México. Las armas nacionales se cubrirán de gloria asegurando nuestra seguridad. Yo no sé ustedes, pero yo si me voy a sentir más seguro sabiendo que los soldados en los retenes andan manipulando mazacuatas.

Nuestro etilente Jelipe viaja –por helicóptero—a varios lugares de provincia a inaugurar obras de relumbrón. En cada lugar al que llega el estado mayor presidencial de inmediato pone vallas y retenes. Es evidente que estas medidas de seguridad no son suficientes. Jelipe es muy devoto y no sería de dudar que el espíritu santo le hiciera el milagro que pudiera concebir. Por lo tanto está en riesgo de una eyaculación irresponsable que lo preñe.

Es imperativo entonces que el estado mayor presidencial llegue con días de anterioridad a registrar todos los chochos de los hombres del lugar que va a visitar Jelipe. Sugiero que lleven a los llamados “capellanes militares” para que estos registren los chochos de los niños, por si las moscas, y estoy seguro que esos colegas estarán dispuestos a hacer el trabajito. ¡No se puede tolerar que haya chochos sin registrar adonde vaya a ir Jelipe! ¡Estamos hablando de un asunto de seguridad nacional!

Con estas medidas le demostrara el gobierno mexicano a los patroncitos gringos que no solo están dispuestos a pelárselas a ellos sino que harán lo mismo con los mexicanos. Estoy seguro que el patroncito tostado Obama le dará un reconocimiento a nuestro Elliot Ness por la mano firme que demostrara en controlar las mazacuatas. Como ustedes ven, a pesar de las críticas infundadas de los comunistas, el Plan Mierdira avanza con la misma firmeza con que manipulara el gobierno las mazacuatas.

Y ahora se mochan, porque la mazacuata de su servidor necesita unos antibióticos porque anduve de parranda con el arzobispo Cara de Bagre y me enferme. Dele de campanazos sacristan. No sean codos, hijos míos, suéltenle, que ahora las medicinas están cada día mas caras y encima les van a endilgar el 2%. Bien, este arroz ya se coció, consumatum est, estultorum infinitum est numerus, etc., etc. , esta misa ha valido…